13 de octubre de 2010

El lenguaje de la televisión

En el libro de texto se propone el siguiente ejercicio, muy interesante desde mi punto de vista:

Analiza en un informativo de la televisión el lenguaje propio de este medio. Debes centrarte en los distintos aspectos que se han comentado más arriba (se refiere a los rasgos del lenguaje televisivo, que aparecen en la página 83 y que son los que se indican a continuación).

- Toma del cine los principales aspectos de la imagen en movimiento, como son los planos (plano general, primer plano...), la angulación (frontal, desde arriba o picado, desde abajo o contrapicado...) y los movimientos de la cámara.
- Al igual que en la radio, en la televisión se emplean la música y los efectos de sonido. En la TV estos elementos sonoros son complementarios de la imagen.
- En la televisión domina la lengua oral, aunque también hay textos escritos, que suelen tener una función auxiliar (títulos de crédito, rótulos...).

Este informativo es el que se propone para el análisis:

12 de octubre de 2010

El lenguaje de la radio

En el libro de texto, se nos propone un interesante ejercicio consistente en escuchar un fragmento de una retransmisión deportiva por radio y compararlo con un espacio informativo del mismo medio. Hay que analizar las diferencias que haya entre ambas emisiones, atendiendo al lenguaje verbal, la música, los efectos de sonido y la utilización de los silencios.
Podemos aprovechar también para observar qué tienen en común ambas emisiones, puesto que las dos están extraídas del mismo medio de comunicación de masas: la radio.

He aquí un fragmento de la final del Mundial 2010 retransmitido por la Cadena Ser.

Y he aquí un programa informativo del RNE donde se habla del partido anteriormente mencionado:

4 de octubre de 2010

Las figuras literarias o recursos estilísticos

En el blog Lenguaurelio, el que usan los alumnos del primer ciclo, hay muchísimas entradas en las que se ejemplifican ampliamente las figuras literarias.

Podéis acceder a ellas desde aquí.

En la página de Cesáreo Vázquez también hay abundante material de carácter práctico:

Práctica 1 - Práctica 2 - Práctica 3 - Práctica 4 - Práctica 5 - Práctica 6 - Práctica 7 - Práctica 8 - Práctica 9 - Práctica 10.

Estas prácticas propuestas por el profesor Vázquez son de un nivel muy alto; sin embargo, os animo a que las hagáis igualmente para profundizar en el estudio.

Géneros y subgéneros: el teatro.

Los textos dramáticos o teatrales se caracterizan, como los narrativos, en que presentan una acción. Sin embargo, en ellos no hay narrador: son los personajes los que desarrollan la acción por medio de diálogos. Las acciones que no se deducen de los diálogos se especifican mediante acotaciones, que suelen indicarse entre paréntesis o con una grafía diferente a la del resto del texto.



Es necesario especificar que el teatro nace concebido para su escenificación: el texto teatral es sólo una parte de la obra dramática, que no puede entenderse sin la representación.



Los subgéneros principales son tres:



La tragedia: en ella, los personajes -de origen noble o divino- se mueven impulsados por fuertes pasiones que no pueden reprimir y dominados por un fatalismo del que no pueden escapar. El desenlace siempre es doloroso (es decir, alguno de los protagonistas muere). Una de las tragedias más representativas del género es Edipo Rey, de Sófocles.



La comedia: protagonizada por personajes corrientes o de clase baja, representa situaciones cotidianas y tiene un final feliz. Aunque es frecuente que en las comedias se presenten situaciones de carácter humorístico, no es imprescindible requisito este para que una obra se considere comedia. Un ejemplo de comedia es la obra de Shakespeare Mucho ruido y pocas nueces.





El drama: presenta rasgos propios de la comedia y de la tragedia. Un buen ejemplo de drama es Casa de muñecas, de Ibsen.



Existen también subgéneros dramáticos menores, como el sainete, el paso el entremés o el auto sacramental.

Pasos, entremeses y sainetes: son piezas breves, de carácter costumbrista y popular, en las que se ridiculizan con gracia defectos de la sociedad e incluso de la humanidad. Se diferencian entre sí por su extensión y consiguiente complicación de menor a mayor. Muy graciosos son los Pasos de Lope de Rueda (s. XVI), así como fueron muy populares los Sainetes de Ramón de la Cruz (S. XVIII). Cervantes (s. XVII) escribió entremeses con bastante fortuna.


El auto sacramental es una obra de un sólo acto, de carácter filosófico, histórico, bíblico o alegórico, en la que se exalta la Eucaristía. El mayor autor de autos sacramentales fue Calderón de la Barca (s. XVII), que escribió El gran teatro del mundo.

Las óperas y las zarzuelas también deben considerarse pertenecientes al género teatral. La ópera es una tragedia cantada, mientras que la zarzuela presenta un carácter cómico, que comparte con los sainetes su carácter costumbrista y popular. He aquí el comienzo de un documental sobre Las Leandras, una de las zarzuelas más sonadas.

Fuentes: libro de texto (Lengua y Literatura 3º ESO, de Santillana) y La práctica del comentario de texto, de Prieto de la Iglesia (Publicaciones Fher, 1988)

3 de octubre de 2010

Géneros y subgéneros: la lírica.

Los textos que pertenecen al género lírico tienen en común que todos ellos se centran en la expresión de sentimientos.


Los principales subgéneros líricos son:


Canción: composición con un ritmo muy marcado, donde se expresa un sentimiento amoroso. Como su propio nombre indica, se escribe para ser cantada. Las canciones se recogían, a veces mezcladas con otras composiciones, en cancioneros. Juan del Enzina, músico, dramaturgo y poeta que vivió entre el siglo XV y el XVI, compuso muchas canciones en castellano.


Elegía: es una composición triste en que el poeta expresa su dolor ante unos hechos desgraciados (generalmente, la muerte de un ser querido). Una de las más famosas es la "Elegía a Ramón Sijé" de Miguel Hernández.



Oda: poema de tono elevado, solemne, reservada a temas nobles. Muy hermosas son las del poeta renacentista Fray Luis de León.

Géneros y subgéneros: la narrativa

Géneros literarios son categorías que nos permiten agrupar los textos literarios que poseen rasgos comunes, a la vez que dan a los lectores una idea previa sobre la obra y ofrecen a los autores esquemas y modelos para componerla.

Por ejemplo, si un escritor pretende escribir un cuento, sabe que tradicionalmente el cuento debe narrar una historia (lo que implica tener un narrador) que se desarrolla en el tiempo según el esquema de planteamiento - nudo - desenlace. Además, puede inspirarse en múltiples cuentos que otros autores escribieron anteriormente. De la misma manera, el lector de cuentos, al emprender su lectura, espera hallar en ella ciertas características comunes a todos los cuentos. El cuento comparte algunas características con otras narraciones como la novela, la epopeya y el cantar de gesta; por eso todos estos subgéneros se agrupan dentro del género narrativo.

Los textos que pertenecen al género narrativo tienen en común la existencia de un narrador que cuenta una historia (lo cual implica acción: sin acción no hay narración).

Los distintos subgéneros narrativos: ejemplos.

Epopeya: narra los hechos relativos a los orígenes míticos de un pueblo. Tradicionalmente se escribe en verso. Los ejemplos más paradigmáticos son los dos poemas de Homero titulados Ilíada y Odisea, así como la obra del latino Virgilio titulada Eneida.

El tema de Tierra Santa titulado "Caballo de Troya" está inspirado en el famoso relato de la Ilíada.



Cantar de gesta: es un poema medieval que narra las hazañas de un héroe histórico o pseudohistórico. En la literatura castellana el más conocido y mejor conservado es el Poema de Mio Cid, que relata los hechos de Rodrigo Díaz de Vivar.




Cuento: relato breve que responde por lo general a un esquema narrativo sencillo (una única acción, personajes tipo).



Novela: narración extensa, en prosa, con una complejidad mayor que la del cuento (descripciones, diálogos, cartas, más de una acción, personajes que evolucionan, etc.). La primera novela moderna en castellano es el Lazarillo de Tormes (siglo XVI).



2 de octubre de 2010

Tercetos encadenados: la descripción del retrato que Velázquez hizo de Felipe IV, por Manuel Machado


Nadie más cortesano ni pulido
que nuestro rey Felipe, que Dios guarde,
siempre de negro hasta los pies vestido.

E
s pálida su tez como la tarde,
cansado el oro de su pelo undoso,
y de sus ojos, el azul, cobarde.

S
obre su augusto pecho generoso
ni joyeles perturban ni cadenas
el negro terciopelo silencioso.

Y
, en vez de cetro real, sostiene apenas,
con desmayo galán, un guante de ante

la blanca mano de azuladas venas.

Felipe IV fue un monarca del siglo XVII, perteneciente a la dinastía de los Austrias. Vivió y gobernó en plena decadencia del Imperio español, y se puede afirmar que contribuyó a su acabamiento: será recordado como un monarca más preocupado por los amoríos y las diversiones que por su propio reino. Él mandó construir el Parque del Retiro de Madrid, para alojar en él un teatro. Su afición a las representaciones dramáticas, sin embargo, contribuyó positivamente a la excelencia del teatro español del siglo XVII, época en que viven figuras tan importantes como Lope de Vega o Calderón de la Barca.

Manuel Machado fue un poeta que vivió entre el siglo XIX y el XX. Participó de un movimiento literario llamado Modernismo, una de cuyas características es el inspirarse en las artes plásticas o musicales para las composiciones literarias. Manuel Machado, al inspirarse en una obra de Velázquez, participa de esa costumbre de los escritores modernistas.